El diario Información entrevista a Joaquín Melgarejo, director del Comité Científico del Congreso Nacional sobre Inundaciones de Orihuela
El diario Información ha publicado en sus ediciones impresa y digital una entrevista a Joaquín Melgarejo, director del Comité Científico del Congreso Nacional sobre inundaciones, que se celebrará los días 10 y 11 de octubre en Orihuela. Melgarejo destaca que “un error que no se debe volver a cometer es la falta de inversión en mantenimiento e infraestructuras”. Melgarejo es director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante y es uno de los especialistas en cuestiones relacionados con la gestión del agua de la Comunitat Valenciana.
A continuación, por su interés, reproducimos el texto de la entrevista firmada por el periodista Rubén Míguez
P ¿Qué se puede hacer para evitar inundaciones como las sufridas hace casi un año?
R Lo primero para evitar las inundaciones es hacer un buen diagnóstico. Qué es lo que sucedió el año pasado, pero también en 1987 y en otras inundaciones recientes en la cuenca del Segura a su paso por la Vega Baja. Hay razones que son urbanísticas, pero también temas de cambio climático, de ocupación de llanos de inundación, de alerta temprana, de limpieza o de infraestructuras propiamente dichas. Hay que analizar bien la situación para solucionar esos problemas.
P ¿Y se están analizando bien las causas para evitarlas?
R Sí. Ahora, por ejemplo, la Confederación Hidrográfica del Segura está estudiando las infraestructuras en la rambla de Abanilla y en la presa de Tabala y está viendo si esas presas hubieran podido resolver el problema o no. Necesitamos mejores presas, pero también fórmulas de diversificar el agua de las lluvias torrenciales para que una crecida no llegue a los sitios que más daño puede hacer. El sistema automático de prevención de avenidas está funcionando actualmente, y es muy útil.
P ¿Qué medios considera que son necesarios para evitar esas inundaciones?
R Lo primero que la gente tiene que saber y ser consciente es de que vivimos en una zona con un riesgo, que el de las inundaciones, y por eso nunca se va a poder evitar el problema de las inundaciones al completo, pero sí minimizar los daños. Está el tema de los parques inundables, la mejora de algunas zonas del río, la limpieza, que es fundamental, para evitar acumulaciones de cañas, y con estas soluciones hay ya mucho camino ganado. Y las medidas de defensa en la rambla de Abanilla, que no se habían construido. También es importante resaltar que hay que incentivar a los pequeños y medianos agricultores para que se hagan seguros, ya sea con primas no muy elevadas, para asegurar sus cosechas. Esto serviría para mitigar los daños que generan las inundaciones, porque si no tienen seguro el Consorcio de Compensación no puede actuar.
P La DANA de septiembre de 2019 fue la mayor en 140 años, nadie previó la cantidad de agua que cayó ni las consecuencias.
R A veces, los acontecimientos de la naturaleza nos superan. En la cuenca del Segura precipitaron 2.800 hectómetros cúbicos, que es tres veces más que la capacidad de embalse que tiene toda la cuenca. Yo definí esas inundaciones, que hemos llamado de Santa María, como una trágica tormenta perfecta donde todo lo que podía salir mal, finalmente salió mal.
P ¿Qué errores hubo que no se deben volver a cometer para evitar los daños que hubo?
R La inversión. Estamos en tiempos donde la inversión pública, como consecuencia de la anterior crisis económica, se ha resentido. Hay que invertir, e invertir significa gasto y gasto, deuda, y ya se sabe… E invertir en mantenimiento de los cauces y de las infraestructuras, que de ahí vinieron muchos problemas y no debe volver a pasar. Por ejemplo, se rompió el canal del Trasvase Tajo-Segura y ese agua, que podríamos haberla aprovechado en parte llevándola a La Pedrera, se fue al pantano de Santomera y generó un problema añadido porque se llenó rápidamente. Y se rompió porque no se había invertido lo suficiente en su mantenimiento. Hay que invertir más en esas infraestructuras que nos ayudan a evacuar en caso de grandes lluvias. La segunda desembocadura del río hubo que hacerla deprisa y corriendo porque no estaba hecha y así se consiguió desaguar. También se tenía que haber revisado la mota del río y el encauzamiento para que no hubiera ocurrido la rotura en Almoradí. Hay que limpiar el Reguerón, el cauce. Y, a veces, organismos como la CHS no han dispuesto de los medios económicos y técnicos suficientes para realizar las tareas que tiene encomendadas. De todo hay que aprender. Y la falta de inversión provocó muchos de los daños que hizo la DANA de septiembre de 2019.
P ¿Qué hay que mejorar?
R Nos queda mejorar los fenómenos de mitigación de los efectos y ser resilientes, convertir el territorio en resiliente a este tipo de catástrofes naturales. El Patricova intenta mejorar esta situación, pero se vio que hasta las carreteras y el ferrocarril hicieron de muros de contención del agua y en un futuro estas infraestructuras deberán ser dimensionadas pensando en este tipo de lluvias torrenciales. En otros tiempos, con esos volúmenes de agua, hubiera habido decenas de muertos. Ahora estamos más preparados.